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gtd revisión diaria
GTD (8/12): El cuarto paso es Revisar (I)
La cuarta etapa de gestión del flujo de trabajo según GTD es lo que David Allen denomina Revisar o Reflexionar.
Esta fase sirve para mantener el sistema vivo, útil y actualizado.
Implica revisar diferentes elementos, con distinta periodicidad para que te sirva en tu día a día, confíes en el sistema y los asuntos no vuelvan a tu cabeza para agobiarte.
Y aquí revisar no significa simplemente chequear, sino también reflexionar y examinar con perspectiva, especialmente cuando hablamos de las revisiones semanales y globales. Pero empecemos por el principio, por la revisión de cada día.
Implica revisar diferentes elementos, con distinta periodicidad para que te sirva en tu día a día, confíes en el sistema y los asuntos no vuelvan a tu cabeza para agobiarte.
Y aquí revisar no significa simplemente chequear, sino también reflexionar y examinar con perspectiva, especialmente cuando hablamos de las revisiones semanales y globales. Pero empecemos por el principio, por la revisión de cada día.
Revisión Diaria
La revisión más obvia que debes realizar para utilizar el sistema es
la diaria.
De nada te servirá haber
anotado en la agenda todos tus compromisos, ni haber apuntado tus próximos
pasos en tu lista de acciones siguientes, si luego no los revisas antes de
iniciar tu jornada, y de vez en cuando durante el transcurso de la misma.
Esto es obvio y de sentido común.
Pero como ya sabes, el sentido común es el menos común de
todos los sentidos.
Ya que dedicas tu tiempo y tu energía a definir tu trabajo y confeccionar tus listas, lo lógico es que las utilices cuando sea necesario y aconsejable.
Ya que dedicas tu tiempo y tu energía a definir tu trabajo y confeccionar tus listas, lo lógico es que las utilices cuando sea necesario y aconsejable.
¿Qué revisar cada día?
Revisa a diario tu agenda y documento de
acciones siguientes, a poder ser por
este orden.
- - Primero, tu agenda para hacerte una idea de tus compromisos fijos para el día.
- - Segundo, tu documento de acciones siguientes.
Si está actualizado y no surgen imprevistos importantes durante el día, este documento recogerá el inventario de los siguientes pasos que tienes que dar para avanzar en tus proyectos, así como las acciones individuales que puedes liquidar de un plumazo.
Como veremos en el siguiente
paso, si surgen sorpresas e imprevistos
significativos, te apartarás de tus listas y te adaptarás a la nueva situación,
con flexibilidad e inteligencia.
GTD y sus listas son herramientas
posibilitadoras, cuando entiendes su
filosofía subyacente.
Si tus listas son para ti una cárcel que te encorseta y no te deja
aprovechar las oportunidades que van
surgiendo en tu vida, es que todavía
no comprendes realmente bien la metodología.
Pero tranquilo, poco a poco seguro que todo va mejorando. En futuros post, trataré de arrojar un poco más de luz a este respecto.
Pero tranquilo, poco a poco seguro que todo va mejorando. En futuros post, trataré de arrojar un poco más de luz a este respecto.
Además, de revisar la agenda y la
lista de acciones siguientes, puede que creas conveniente revisar cada dos o tres días tu lista de proyectos, tu lista de a la
espera o cualquier otra lista
dependiendo de lo rápido que cambie tu vida.
Es probable, que si la cantidad,
la velocidad y la imprevisibilidad de los cambios en tu vida es muy elevada,
necesites revisar y redefinir proyectos, subproyectos, materiales de apoyo y
acciones a la espera dos o tres veces por semana. Dependerá de cada situación.
Pero además de esta revisión
diaria, necesitarás evaluar y poner al día tus asuntos con más perspectiva en
las revisiones semanales y globales, de las que te hablaré en la próxima
entrada.
De momento
procura revisar la agenda y la lista de
acciones siguientes, todos los días. Actualízalas
en cuanto surjan nuevos compromisos o
se queden obsoletos los siguientes pasos.
Cuanto antes te acostumbres a utilizar estos dos elementos, que son
el corazón de la organización diaria, antes implantarás el sistema
correctamente.
El hábito de revisar
Recuerda que cambiar
de hábitos es duro, pero continuar con los antiguos puede serlo aun más.
Sobre todo si te encuentras estresado y desbordado.
Sólo hace falta un poco de fuerza de voluntad para ir mejorando un poco cada día.
Sólo hace falta un poco de fuerza de voluntad para ir mejorando un poco cada día.
Si te propones cambiar una situación de estrés y descontrol,
por una de productividad y efectividad, necesitas comprometerte con las
herramientas que lo posibilitan. Y para ello necesitas un poco de disciplina.
Como dice Francisco Alcaide, parafraseando a Jim Rhon “El
dolor de la disciplina pesa kilos, pero el dolor del arrepentimiento pesa
toneladas”.
Y es que en la vida siempre pagamos el dolor de la disciplina para conseguir
lo que queremos o el dolor del arrepentimiento por no conseguirlo.
Si quieres progresar y crecer en la vida, necesitas
comprometerte con tus nuevos hábitos.
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